A estas alturas del mes de agosto la mayoría ya habréis estado en la playa, pero si alguno ha dejado las vacaciones para septiembre y está buscando destino le recomiendo ir a Nerja, en la provincia de Málaga. El pueblo en el que se rodó la entrañable serie de Verano azul me trae buenos recuerdos porque en él pasé varios veranos de mi infancia. Hacía tiempo que no regresaba y me ha sorprendido lo mucho que ha crecido. También me llamó la atención la cantidad de británicos que había. De hecho, me acerqué a un quiosco de chucherías para preguntar por una dirección pensando que la mujer que lo atendía sería malagueña de pura cepa y resultó que apenas sabía hablar español y acabó dándome las indicaciones en inglés.
¿Recordáis que el año pasado os hablé de la Cueva de St. Michael en Gibraltar? Pues la cueva de estalactitas de Nerja es mucho más espectacular. La entrada cuesta nueve euros y la audioguía para escuchar las explicaciones supone otros dos euros más. Lo único que me decepcionó es que yo iba con la idea de ver pinturas rupestres, sin embargo la zona en la que se han encontrado está cerrada al público.
En la Playa de Burriana hay un chiringuito que se llama Ayo famoso por aparecer en Verano Azul. El dueño sigue siendo el mismo desde que se rodó la serie y la decoración del establecimiento muestra sus fotos con Piraña, Quique y los demás protagonistas. Su especialidad es la paella.
¿Y qué es lo que más me gusta de Nerja? El mirador del Balcón de Europa, desde el que se disfrutan estas vistas: