Vida tranquila, temperatura suave, humedad ambiental, plantas curiosas, pequeños lagartos que cruzan la carretera, arquitectura de nueva colonización, amabilidad, todo eso es Tenerife. Tal y como he comentado en mi anterior artículo, es una isla pequeña que ofrece muchos lugares de interés para el turista. De norte a sur se tarda poco más de una hora en coche, así que os animo a que aprovechéis vuestro viaje para ver todos los pueblos posibles. Eso sí: no olvidéis llevar un GPS o un buen mapa, porque me pareció que las carreteras no estaban bien señalizadas.
San Cristóbal de La Laguna: al llegar a la antigua capital tinerfeña más de un visitante ha tenido un déjà vu con La Habana. ¿Alguna vez os habéis preguntado por qué los cubanos y los canarios tienen un acento parecido? La guía nos explicó que cuando los españoles se embarcaban hacia Las Américas solían hacer escala en el archipiélago, donde a veces pasaban varios años esperando el permiso real para poder cruzar el charco. Además animaban a muchos jóvenes isleños a emprender la aventura, por lo que el acento y la forma de construir las ciudades se exportaron al Nuevo Mundo, principalmente a Cuba. Tuve suerte de hacer esta visita guiada, porque entré en la Oficina de Turismo de La Laguna a las 12:15h y me informaron de que quince minutos más tarde, a las 12:30h, comenzaba un tour gratuito. Obviamente me apunté, porque cuando te explican las cosas las disfrutas mucho más. Las fachadas de este municipio (que es Patrimonio de la Humanidad) son lisas, sin ornamentos recargados, y pintadas de alegres colores. Las calles son muy anchas y hay muchas zonas peatonales.
Puerto de la Cruz: el segundo municipio más grande de Tenerife tiene un paseo marítimo y un pequeño puerto pesquero que me encantaron. Las olas azul turquesa rompen contra los muros de piedra volcánica negra que separan el mar de una calle llena de puestos ambulantes y de terrazas en las que se sirven cócteles de sabores tropicales. En el mismo paseo marítimo encontramos los Lagos Martianez, unas piscinas de agua salada construidas junto a la orilla del Atlántico, en las que podéis bañaros por 3,50€. Bastante más caro es el famoso zoo Loro Parque, que cuesta 33€, aunque es un lugar ideal para pasar el día viendo animales como el oso hormiguero, la tortuga gigante, los delfines que bailan al son de la música, o los loros que sobrevuelan tu cabeza. Para finalizar el día podéis daros un chapuzón en Playa Jardín, de arena negra.
Museo del Vino: a poca distancia de Puerto de la Cruz, concretamente en el Km 21 de la Autopista del Norte, encontramos un museo dedicado a un producto que se cosecha en la zona, el vino. No recuerdo cuánto cuesta la entrada, pero es barata y además con el ticket te hacen descuento en su tienda. También ofrecen catas, pero se pagan aparte.
La Orotava: este pueblecito con encanto cae de camino al Teide subiendo desde Puerto de la Cruz. Tiene grandes caserones con balcones de madera y también un famoso jardín escalonado.
Santa Cruz: la capital me sorprendió por lo grande que es, aunque no me pareció tan bonita como los otros municipios que conocí. Lo más famoso es su auditorio, obra de Calatrava. También merece la pena ver la plaza del Cabildo. He de reconocer que no le dediqué mucho tiempo a esta ciudad, porque pasé por ella con intención de ir a la cercana Playa de las Teresitas, de arena fina y blanca. La playa es bonita pero le pongo una pega: el viento suele soplar con tal fuerza que consigue que te entre arena en los ojos.
Garachico: este pequeño pueblo del norte esconde unas espectaculares piscinas naturales de agua salada entre la roca volcánica.
Los Gigantes: se trata de un enorme acantilado ubicado en Santiago del Teide. Recomiendo dar un paseo en barco para acercarse hasta ellos y disfrutar del intenso color azul del agua. Incluso a veces se pueden ver delfines en libertad. En el pueblo encontraréis múltiples oficinas en las que comprar el ticket para la visita. Los precios oscilan entre los 10€ y los 45€, dependiendo de la duración del paseo, el tipo de embarcación, etc.
Playas del Sur: Adeje, Las Américas, Los Cristianos… son muchas las playas de arena negra en esta zona de Tenerife, más turística y más soleada que el norte.
Aquí termino el tercer artículo sobre mi visita a Tenerife. Aprovecho la ocasión para mencionar a Iván, que es el autor de muchas de las fotos que aparecen en este blog, además de ser mi novio y compañero de viajes. Siempre me dice en broma que me va a pedir Copyright de las imágenes que publico, así que desde aquí le doy las gracias por acompañarme de un lado para otro con su cámara.