Nueve personas en una furgoneta y seis horas de carretera. Así ha sido mi reciente viaje a Oporto, lugar del que ya os hablé hace tiempo (me siento vieja al decirlo). En los últimos años la ciudad ha experimentado un boom turístico. Por este motivo, entre otros cambios, ahora hay que comprar entrada para entrar en la librería Lello (yo en su día no tuve que pagar para ver las escaleras que sirvieron de inspiración a la escritora de Harry Potter).
Mi estancia ha coincidido con la celebración de una prueba de motos, así que mirad cuánta gente había:
No obstante, la ciudad estaba limpia y con el encanto de siempre. Ya publiqué en 2014 un artículo sobre qué ver en Oporto, y ahora os contaré dónde comer.
A las afueras de Oporto, donde el río Duero desemboca en el Atlántico, se ubica Matosinhos, un pueblo costero que ofrece excelentes restaurantes de pescado. Podéis llegar hasta aquí en el autobús 506.
Iker Casillas, portero del Fútbol Club Oporto, vive en un chalé en esta zona. Aprovecho para desearle una pronta recuperación tras su infarto. Recientemente también he pasado por quirófano por un problema cardiovascular y estoy sensible ante estos temas, sobre todo cuando le suceden a treintañeros como nosotros.
Volviendo a los restaurantes de Matosinhos, hay quien dice que la calle Héroes de Francia es la mejor de todo Portugal para comer.
La calle de los restaurantes está llena de terracitas y puedes ver cómo asan los pescados a la brasa.
Yo entré en el restaurante Palato. Los camareros nos mostraron los peces crudos y elegimos el que nos recomendaron. Lo pesaron en una báscula delante de nosotros y acto seguido lo pusieron a la brasa. Lo sirvieron con guarnición de patatas y verduras. No fue barato, pero es que algo tan delicioso debe pagarse a ese precio. Ojo: no digas nunca que un plato está exquisito, porque es un “falso amigo” y en portugués significa raro.
Si queréis comer más económicamente, os aconsejo el Mercado que está a orillas del Duero, pero en la zona de Vila Nova de Gaia (enfrente de Oporto, cruzando por el puente). Este mercado ha sido reformado y en su interior puedes degustar sushi. platos vegetarianos, confitería... Además, en la calle hay puestecillos para comprar recuerdos, como por ejemplo manteles (muy famosos y de calidad) o natas (el dulce típico, también llamado pastel de Belem).
También puedes probar las natas en la calle comercial de Santa Catarina, en el centro de Oporto. Los fines de semana es peatonal. Aquí se sitúa el Café Majestic, donde debes parar a merendar para ver su decoración art decó.
Y por supuesto, prueba los vinos de Oporto. Por 13€ realicé una visita guiada a las bodegas Cálem, que incluía una pequeña cata. ¡Salud!