Últimamente “Los Javis” están hasta en la sopa, pero como son tan majetes no me canso de leer reportajes sobre ellos. Desde que trabajaron como profesores de interpretación en Operación Triunfo 2017, la pareja (sentimental y artística) compuesta por Javier Ambrossi y Javier Calvo ha ascendido al estrellato.
Yo soy fan de su serie Paquita Salas, cuya protagonista es una representante de actores un tanto desactualizada. Como los capítulos son tan cortitos y solo hay cinco por temporada, me tragué la serie entera en una semana, ¡quiero más! Por eso estaba deseando ver el musical La llamada, escrito y dirigido por ellos.
He de decir que también tenía muchas ganas de ver a Nerea, participante de OT, como protagonista de la obra, pero el día que fui la sustituía otra cantante, Andrea Guasch. Ahí me llevé una pequeña desilusión. Cuando se abrió el telón estuve un rato de mal humor, pero se me fue pasando contagiada por las risas de la sala. El público se partía de risa y yo fui una más. Y reconozco que esta chica también es buena cantante.
El elenco del día lo completaban Angy Fernández (se turna el papel con Lucía Gil), Alicia Orozco y Erika Bleda en el rol de monjas, y mi paisano Paco Arrojo interpretando a Dios.
¿Cuál es mi valoración de la obra? Por un lado, es obvio que no nos encontramos ante un musical magistral como El rey león. Por otro lado, a veces hay que alejarse de lo comercial y ver espectáculos independientes. Con tan solo cinco actores y un escenario en el que hay una litera y poco más, se crea un clima de confianza que consigue envolverte en la divertida trama de dos jóvenes que están de campamento y sienten, cada una a su manera, la llamada del amor.
Por un precio muy asequible puedes pasar un buen rato en el Teatro Lara de Madrid. La entrada me costó 20€ y estuve sentada en la segunda planta, primera fila. Os recomiendo el sitio, buena visibilidad.
Tras el éxito de La llamada en el teatro, Los Javis han producido la película con el mismo título. Todavía no la he visto, pero me han contado que al igual que sucede con los libros, es mejor el guion original que el largometraje. Así que de momento no voy a ver la peli, me quedaré con el buen sabor de boca de mi visita al teatro.