Mi generación nunca ha vivido una guerra, pero en 2020 estamos sufriendo algo parecido. Creíamos que las pandemias a nivel mundial eran cosa de las películas, y una vez más la realidad supera la ficción.
El virus llamado Covid-19 ha cerrado fronteras. Es más, ha cerrado todas las puertas y nos ha dejado encerrados dentro de nuestras cuatro paredes. Viajar está prohibido. Salir de casa está prohibido. Tan solo hay algunos establecimientos abiertos para comprar alimentos y medicinas.
Quién nos iba a decir que nosotros, en el siglo XXI, íbamos a pasar por una situación así. Cuando lo pienso me parece surrealista.
Si habéis estudiado historia, sabréis que durante las guerras todo se para. La industria, como por ejemplo la de la automoción, se dedicó en la Guerra Mundial a producir piezas de avión de combate. Ahora estamos viendo cómo diversos sectores se están amoldando a las necesidades del país. Por ejemplo, la industria textil está cosiendo mascarillas para protegernos del virus.
Restaurantes, cines, tiendas... todo está cerrado. Miles de personas se han ido al paro. Los trabajadores autónomos se están arruinando. Hasta las Olimpiadas, que se celebraban este verano, se han cancelado.
¿Qué nos deparará el futuro cercano? Cuando tenga la respuesta nos vemos en este blog.