Ahora comprendo por qué Fernando Alonso, piloto de Fórmula 1, es experto en “pista mojada”. Y es que en su tierra natal, Asturias, puede caerte un chaparrón aunque sea verano, así que imagino que desde pequeño habrá aprendido a conducir bajo las inclemencias del tiempo.
Bromas aparte, gracias a las frecuentes lluvias Asturias es una de las regiones más verdes de España. La verdad es que poco tiene que envidar a los paisajes de los Alpes, ¡incluso hay una fábrica de Nestlé, como en Suiza!En Asturias las vacas pastan en libertadpor las praderas, lo cual hace que su leche sea de gran calidad y se utilice para hacer chocolate.
De hecho, en mi reciente visita a los lagos de Covadonga tuve que parar el coche varias veces porque las vacas caminaban tranquilamente por la carretera y no se apartaban aunque estuviesen formando un gran atasco. Me agradó que ningún conductor se impacientase; el sonido del claxon habría roto la magia del momento. Creo que al llegar a Asturias a uno le invade la calma que se respira.
La pequeña villa de Covadonga se ubica en el Parque Nacional de los Picos de Europa y es famosa por su Santa Cueva, su Basílica y sus lagos.
En el siglo VIII Covadonga fue testigo de una batalla entre moros y cristianos, en la que Don Pelayo salió victorioso y se convirtió en Rey de Asturias. Los restos del monarca descansan en la Santa Cueva, junto a la imagen de la Virgen de Covadonga, patrona de la región, conocida popularmente como “la Santina”. Bajo la cueva hay una cascada que brota de la piedra de forma natural y dice la tradición que la joven que beba de ella pronto se casará.
Si continuamos caminando cuesta arriba llegamos hasta la Basílica de Santa María la Real, rodeada de un frondoso paisaje.
El conjunto monumental compuesto por la Santa Cueva y la Basílica se considera un santuario y es lugar de peregrinaje para muchos católicos. También es un reto para ciclistas y senderistas, que suben hasta aquí usando los viales que hay junto a la carretera.
Los más intrépidos pueden llegar en bici o a pie hasta los lagos, pero yo preferí hacerlo con mi coche de alquiler. Previamente había consultado la previsión meteorológica y de los cinco días que pasé en Asturias elegí el más soleado para realizar esta excursión.
Recomiendo intentar ir un día que no haya niebla, en primer lugar porque la carretera llena de vacas puede resultar peligrosa y en segundo lugar porque merece la pena pararse en los miradores para fotografiar el horizonte. ¡Ojo! Si hay saturación de visitantes el acceso a los lagos puede estar temporalmente restringido hasta que bajen varios vehículos y dejen hueco en el aparcamiento. Allí arriba hay un par de chiringuitos donde se puede comer algún plato típico de Asturias, por ejemplo chorizo a la sidra.
El lago Enol y el lago Ercina, situados a más de mil metros sobre el nivel del mar, son un símbolo de los Picos de Europa. Y en mi opinión, un enclave ideal para desconectar. ¿Qué opináis?
Por cierto, no olvidéis visitar Cangas de Onís, a pocos kilómetros de distancia.