Destinos que conozco y que me gustaría conocer.
A dos días de mi viaje a las Américas, ya tengo casi terminada la maleta. Mientras doblaba camisetas y aplastaba objetos para que ocupasen menos espacio, se me ha ocurrido un tema para el blog, y es que desde el punto de vista de mi profesión no he podido pasar por alto cómo el marketing adapta los productos a las necesidades que van naciendo en la sociedad: gel, champú, pasta de dientes... todo en tamaño reducido, incluyendo en su embalaje un dibujito de un avión que indica que la capacidad del líquido que contiene se admite en el equipaje de mano.
El resultado de la aplicación de una de las cuatro P´s del marketing (promoción, precio, producto y distribución o placement) es muy mono, porque parece de juguete:
Recuerda que en el equipaje de mano se permite llevar un máximo de 1 litro de líquidos distribuido en envases individuales con una capacidad máxima de 100 ml cada uno. A su vez, los botes deben ir dentro de una bolsa de plástico transparente que se pueda cerrar por completo.
No creo que el agua sea más peligrosa que el champú, pero incongruentemente está prohibido llevar a bordo el líquido elemento, salvo si lo compras dentro de la zona de embarque.
¡Con este post me despido hasta mi regreso de Nueva York!