Destinos que conozco y que me gustaría conocer.
El pasado 21 de febrero más de 13.000 corredores participaron en el Maratón de Sevilla 2016. Yo no corrí, no me he vuelto tan deportista, pero asistí como acompañante. Gracias a este evento deportivo he vuelto a una ciudad que no visitaba desde que estuve en la Expo ´92, cuando tenía ocho años.
Ha sido un viaje exprés, ya que solo he estado 24 horas en Sevilla, pero he tenido tiempo para hacerme una idea de cómo es la capital andaluza.
Uno de los monumentos que más ansiaba ver era la Giralda, porque cuando viajé a Marrakech me contaron que la torre de Kutubia y la torre sevillana son gemelas. Bueno, yo diría más bien que son hermanas, porque como podéis ver en las fotos son parecidas, pero no iguales. Ambas se construyeron en el siglo XII, aunque la marroquí es unos años más antigua (y unos metros más baja) que la de Sevilla. Eso sí; hay que tener en cuenta que la Giralda ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de la historia, por lo que probablemente antaño se parecían más.
¿Habéis leído La tesis de Nancy, de Ramón J. Sender? La novela, publicada en 1962, trata de una estudiante norteamericana que viene a Sevilla para escribir una tesis sobre las costumbres andaluzas. Leyendo esta obra aprendí que el interior de la Giralda no tiene escaleras, sino una rampa en espiral para que los caballos puedan subir hasta lo alto del campanario. Otra curiosidad de la Giralda es que la figura que lo corona se conoce como “el Giraldillo”, y es una veleta de la época renacentista.
A pocos metros de distancia de la Catedral encontramos el Real Alcázar de Sevilla, un conjunto de palacios y jardines rodeados por una muralla. No tuve tiempo de entrar, así que me lo apunto como visita obligatoria para mi próximo viaje. Según lo que he visto en la web oficial del Real Alcázar, debe ser bastante bonito. De hecho aparece en algunas escenas de la serie Juego de Tronos. Yo solo pude contemplar su muralla.
Si nos adentramos en las callejuelas cercanas veremos la judería y los rincones que han inspirado varias obras literarias, como Don Juan Tenorio, de José Zorrilla.
Existen varias placas de este tipo, que cuentan anécdotas sobre la ciudad relacionadas con la literatura.
A unos quince minutos de distancia andando llegamos al río Guadalquivir, donde está la Torre del Oro, que hace varios siglos formaba parte de la antigua muralla que protegía Sevilla. Esta torre se ha usado como prisión y como capilla. Actualmente es un museo naval.
Cambiamos de zona. Vamos al parque de María Luisa, donde está la famosa Plaza de España, que se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. En esta plaza hay un rinconcito dedicado a cada una de las provincias españolas.
Como curiosidad quiero contaros que en Sevilla a los churros se les llama "calentitos", y las churrerías son "calenterías".
El árbol típico de Sevilla es el naranjo y sus flores de azahar. Al ser de hoja perenne, ayuda a que la ciudad tenga muchas zonas verdes durante todo el año.
Llevaba más de 20 años sin venir a Sevilla y la verdad es que me ha gustado. La próxima vez volveré con más tiempo para poder entrar en los monumentos y para tomarme unas tapitas en una terraza. ¡Ya os lo contaré!