Destinos que conozco y que me gustaría conocer.
El mes pasado estuve en Hervás (Cáceres) con unos amigos. Los chicos participaron en una ruta ciclista y mientras tanto las chicas paseamos por el pueblo. Hacía frío, pero el campo estaba precioso luciendo distintas tonalidades de marrón. Las lluvias de otoño habían incrementado el caudal del río Ambroz.
En la Oficina de Turismo contratamos a un guía llamado Marciano (con todos mis respetos hacia él, me dio un ataque de risa al escuchar su nombre) que por 5€/persona nos condujo por el barrio judío.
En el siglo XV, un total de 45 familias judías vivían en este municipio. Las casas de aquella época, ubicadas en estrechas callejuelas, se construían con adobe y madera de castaño.
También visitamos el Museo Pérez Comendador, de entrada gratuita, que recoge las esculturas realizadas por este artista nacido en Hervás en el año 1900, así como las pinturas de su esposa, la francesa Magdalena Leroux. Muchos de sus cuadros tienen como temática los viajes: Roma, Egipto, Marruecos… Debió ser una pareja muy viajera.
Después fuimos a comer a La Vaca Brava. El restaurante no admite reservas, así que si queréis probar sus deliciosos platos de carne llegad tempranito para coger sitio. Nosotros tuvimos suerte y pudimos sentarnos cerca de la chimenea. Tocamos a 18€/persona y comimos bastante bien.
También os recomiendo la cocina de El Almirez, que además de ser de los padres de una amiga, aparece en la Guía Michelin.
En esta ocasión no entré al Museo de la Moto Clásica de Hervás, que comenzó siendo una colección particular de un vecino y ahora ya aglutina más de 300 motos y 70 coches. No obstante ya conocía este sitio, porque cuando era pequeña pasé dos veranos en un campamento de la zona.
¡Qué hermosa es Extremadura! ¡Qué colores tan bonitos ofrece el otoño!