En el pueblo cacereño de Romangordo se encuentra el yacimiento arqueológico conocido con el nombre árabe de Majadat al-Balat. Varios arqueólogos están trabajando para recuperar los restos de esta ciudad que entre el siglo X y el XII supuso un enclave estratégico en la vía de comunicación entre Toledo y Mérida. He hablado con ellos para que nos cuenten su experiencia:
¿Cómo surgió el proyecto?
Tras evaluar las posibilidades del yacimiento con prospecciones y diversos estudios, en el año 2009 se realizó la primera campaña arqueológica bajo la dirección de Sophie Gilotte (CSIC). Al finalizar esta campaña, constatamos la necesidad de ampliar y de continuar con las excavaciones. En 2011 se creó la Asociación Madinat Albalat con el fin de gestionar y dar a conocer los trabajos arqueológicos.
¿Quiénes participáis?
Dirigidos por la arqueóloga Sophie Gilotte, las excavaciones las realizamos un grupo de arqueólogos voluntarios procedentes de diversos puntos de la geografía española así como de Francia, Italia y Portugal. Además, en cada excavación participan distintos estudiantes que acuden para completar su formación y arqueólogos especializados.
¿Cómo os financiáis?
Gracias al patrocinio de varias instituciones y a la aportación económica de los socios de la Asociación.
¿Qué habéis conseguido en este tiempo?
Este verano tendrá lugar la 4ª campaña. Hasta el momento, tenemos abiertos dos sondeos en la zona intramuros. El sondeo 1 lo forma una casa de grandes dimensiones todavía sin terminar de excavar, con distintas habitaciones, cocina, letrina y patio con aljibe. Adosada a la casa aparece una calle. El sondeo 2 está formado por distintas estancias de una casa y espacios todavía sin cerrar. En 2009 se excavaron los baños, situados extramuros y actualmente bajo las aguas del Tajo.
En estos tres años hemos conseguido tener una primera aproximación de cómo estaba constituido el núcleo urbano y la forma de vida de los habitantes de Albalat, pero todavía es pronto y es necesario continuar, ya que son numerosas las hipótesis que surgen en cada campaña. Además, es un terreno muy amplio y serán necesarias muchas más excavaciones.
¿Qué perspectiva de futuro tenéis?
Gracias a las ayudas que recibimos de distintos organismos podemos seguir planificando trabajos. Este verano la campaña tendrá mayor duración que otros años, algo más de dos meses, y contaremos con un grupo mayor de arqueólogos. Nuestro objetivo es sacar a la luz la mayor parte del yacimiento y convertirlo en un sitio de referencia, y a la vez fomentar el interés y el desarrollo de su entorno. En un futuro nos gustaría que se convirtiera en un lugar conservado y acondicionado para que sea visitable. También tenemos proyectada la idea de un centro de interpretación pero para eso se necesitan más campañas arqueológicas y continuar recibiendo financiación.