Para ver bien una ciudad con rascacielos, ¡sube a un rascacielos! Os recomiendo tres miradores para disfrutar Tokio desde las alturas.
Metropolitan Government Building
En pleno corazón financiero de la ciudad, el Metropolitan Government Building es la sede del Ayuntamiento de Tokio. ¡Y el acceso a sus miradores es gratis!
Para llegar al ayuntamiento me apeé en la estación de metro de Shinjuku, la más transitada del mundo, con más de tres millones de pasajeros diarios (dato registrado en el Libro Guinness de los Récords). Seguí las indicaciones que dirigían hacia la salida “Metropolitan Gov.”, y tuve que caminar unos 10 o 15 minutos por los túneles subterráneos de esa gigantesca estación, hasta que salí a la superficie y me topé con un edificio de 243 metros de altura.
El ayuntamiento tiene dos torres, norte y sur, y el acceso a sus respectivos observatorios es libre. El único trámite a seguir es enseñar el interior de tu bolso al vigilante de seguridad antes de montar en el ascensor.
Es recomendable visitarlo entre semana, para ver el trasiego de ejecutivos que trabajan en las oficinas cercanas. ¡Pero atención! La torre norte cierra el primer y tercer martes de cada mes, mientras que la sur cierra el segundo y cuarto lunes. Elegid un miércoles, jueves o viernes y no os equivocaréis.
Yo visité este rascacielos de día, mientras que los otros dos los vi por la noche.
Torre de Tokio
¿Es la Torre Eiffel? No, ¡es la antigua torre de telecomunicaciones de Tokio!
La torre de Tokio, característica por sus colores blanco y rojo, está a cinco minutos andando de la estación de metro Akabanebashi y a otros cinco de la de Onarimon. Desde aquí se emitían frecuencias de televisión y radio hasta la llegada de la era digital y el fin de la analógica.
Cuenta con dos miradores a diferentes alturas: el principal, a 150 metros, y el especial, a 250 metros. En mi caso me decanté por el primero, y la entrada me costó 900 yenes (unos siete euros). En esta ocasión sí pude pagar con tarjeta de crédito.
Llegué allí al final de la tarde y esperé a que se pusiera el sol para disfrutar cómo se iba iluminando la ciudad. Después bajé una planta por las escaleras y me tomé algo en el bar, en una mesita junto a las ventanas, tan a gustito.
Por cierto: cerca de la Torre de Tokio hay un templo llamado Zojoji, aprovechad para visitarlo el mismo día.
Skytree
La nueva torre de telecomunicaciones de Tokio, inaugurada en 2012, es uno de los edificios más altos del mundo, con 634 metros contando su antena.
Recomendación importantísima: no subáis si está lloviendo porque no veréis absolutamente nada. Las nubes taparán todo. Si habéis adquirido las entradas para un día concreto y resulta que cae un chaparrón, no os preocupéis porque os permitirán cambiarlas para otra fecha.
Para evitar colas, yo había sacado las entradas on line en la página de Japonismo (solo se puede pagar con PayPal). Al principio me inquieté porque se aproximaba la fecha del viaje y se demoraban en enviar el recibo de la reserva, pero finalmente todo salió bien y me alegré de haberlo hecho de este modo. La entrada, que recogí enseñando el recibo en la oficina de turismo de Asakusa, incluía el viaje en tren desde dicha parada hasta la torre (a pocos minutos de distancia), así como una cena en la cuarta planta del rascacielos, pudiendo elegir entre pizza o perrito caliente.
Y ahora, a disfrutar de las vistas con estas fotos que hizo mi cuñada desde el Skytree.